Piel y hueso

Hoy extrañé tus muertes tu sombra, tu luz, sé que la tienes. Extrañé los labios, los dientes, las manos, los cuerpos... Pasa a veces y no pasa nunca. Te extrañé, aunque parezca mentira pasó mientras esperaba, mientras la paciencia llegaba. Sí, te extrañé. Cuando sentí una corriente en la espina, los nervios se activaron, casi sentí tus dedos. Regresé a la paciencia. Te veía arriba te veía en una vuelta, tactos, pechos, piernas, piel y huesos.